El dinero puede ser utilizado para muy distintos fines, sin embargo cuando se tiene algo de suerte, el dinero se utiliza para transformar todo un gran espacio público. Esto ocurrió en el Centro Histórico de la Ciudad de México y mucho más específicamente en la calle de Regina.
A seis calles de la torre Latinoamericana, pasear por esta calle se ha convertido en un verdadero placer, totalmente peatonal, perfectamente iluminada y segura, se puede encontrar con bares y restaurantes de todo tipo, esculturas en la vía pública, y un área de juegos para niños que está a la altura de las más modernas de cualquier ciudad del mundo.
Un largo corredor llamado "cultural" y a nuestro parecer bien justificado el adjetivo, culmina con el campanario iluminado de la iglesia en la que además se encuentra un pequeño jardin con fuentes abiertas (esperamos que sigan funcionando porque este sábado estaban apagadas =( )
Jueves y viernes son los mejores días para darse una vuelta por esta calle y tomar un trago, comer algún aperitivo o simplemente caminar y estirar las piernas.
La calle de Regina es un ejemplo vivo de lo que significa recuperar un espacio público y un ejemplo para las demás calles aledañas al Zócalo capitalino, para que esta Ciudad se convierta realmente en la Capital Iberoamérica de Cultura y no únicamente haya comprado el nombramiento (en muchos millones de pesos por cierto).
Vayan a Regina y si les gustó comentenlo aquí.
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